Para disfrutar de los efectos beneficiosos del sol y lucir una piel bronceada pero sana, no basta con llegar a la playa y tumbarse encima de la toalla. Ni siquiera es suficiente apliarse el producto adecuado. Como cualquier misión de interés que se precie, requiere una estrategia y una preparación previas. Las últimas investigaciones sobre fotoprotección ha demostrado que casi tan importante como la adecuada protección externa es preparar al organismo desde dentro, con la ingesta de ciertos suplementos que no sólo potencian el bronceado sino que aumentan la capacidad de la piel de luchar contra la acción de los radicales libres. Durante la época del verano es recomendable reforzar la protección solar mediante la ingesta de betacarotenos, lo que se traduce en un riesgo menor de padecer quemaduras y permite una protección más general que mediante la simple aplicación de protectores externos.
De todas formas, y pese a todas las medidas que se adopten, nunca hay que bajar la guardia ni tomar el sol en exceso ya que, en ningún momento podemos decir que el bronceado sea saludable, pues en esencia se trata de una respuesta de la piel a los efectos dañinos de los rayos del sol de la que en cierta medida se defiende. Por tanto, hay que evitar todas aquellas actitudes que lleven un exceso de bronceado, porque éste conlleva una radiación.
Esta es, paso a paso, la estrategia que define el nuevo concepto de ponerse moreno:
ANTES DEL SOL
La clave: Los suplementos de betacarotenos.
El betacaroteno es una sustancia que prepara la piel para que ésta sufra en menor medida los efectos indeseables de las radiaciones solares. No hay que olvidar que el sol es una fuente importante en la formación de los radicales libres, que son unas sustancias muy agresivas para las células y que atacan a la piel envejeciéndola. Fundamentalmente los betacarotenos se encuentran en un buen número de alimentos, de ahí que acceder a sus beneficios resulte sencillo y, además, muy sabroso. Lo que ocurre es que en muchas ocasiones el tipo de dieta que se lleva no asegura las cantidades necesarias de esta sustancia, de ahí que se recomiende acudir a suplementos.
La estrategia: Aproximadamente un mes antes de la exposición solar es conveniente iniciar la ingesta de suplementos farmacológicos a base de carotenos. Los hay en distinta presentación, bien en cápsulas o en soluciones concentradas bebibles.
La dieta: Un menú en el que estén presentes los betacarotenos y otros alimentos antioxidantes, para reforzar los niveles de estas sustancias en el organismo. Los betacarotenos se encuentran ampliamente distribuidos y se pueden encontrar en muchos alimentos, como ciertas verduras ( la zanahoria es la más representativa), sobre todo las frutas, muchas de ellas de temporada, como albaricoques, los nísperos y el melocotón.
Hay que evitar, sin embargo, la ingesta de algunos alimentos que pueden provocar reacciones de fotosensibilización, por lo que es conveniente estringir su consumo en la etapa previa a la exposición solar. Es el caso de algunos vegetales y especias como el perejil y el apio, ricos en aceites esenciales que tienen efectos fotosensibilizantes, sobre todo si se consumen en cantidades abundantes.
Plan de acción:
-Preparacion de la piel: Una limpieza profunda de cutis, en la que se incluya una exfoliación, ya puede ser química, mediante peeling de ácidos o mecánica mediante microdermoabrasión, para eliminar las células muertas de la piel, es la mejor forma de asegurar un bronceado uniforme y sobre todo evitar la aparición de manchas solares.
También es aconsejable realizar ahora ciertos tratamientos cosméticos , como la depilación, especialmente la que se realiza con cera o mediante láser, ya que puede producir una irritación. Después de estos tratamientos, la piel queda muy sensible y al tomar el sol inmediatamente después pueden aparecer manchas oscuras producidas por la hiperpigmentación. Hay que pasar unos 10 o 15 días para que la piel vuelva a la normalidad.
-Probar con pre-solares. Las firmas cosméticas han dado un paso más, incluyendo en sus gamas una novedosa opción: los productos pre-solares, cuya función es preparar la piel para protegerla adecuadamente frente a futuras agresiones del sol gracias a unas potentes fórmulas en las que se incluyen ingredientes como el ácido hialurónico, que aporta y retiene agua en los tejidos y los extractos de micro algas verdes capaces de revitalizar y reparar las células epidérmicas. Deben empezar a plicarse al menos dos semanas antes de iniciar las exposiciones solares, dos veces al día.
-Además es muy importante aumentar la ingesta de agua de forma que la piel tenga las suficientes reservas hídricas como para no deshidratarse ante la acción de los rayos solares.
DURANTE EL SOL
La clave: Productos de protección solar
Ante todo, a la hora de elegir un producto, hay que tener en cuenta el tipo de piel que se tiene: si esta es sensible, normal o poco sensible. Una piel que es sensible siempre se va a broncear muy mal y se quema muy fácilmente, así que deb ir adquiriendo color progresivamente, sin excesos.
La estrategia: Extremar la elección del producto solar. Es fundamental que, independientemente de la marca y el precio, éste incluya los filtros adecuados para evitar la agresión de los rayos ultravioleta UVB y UVA. Los solares de última generación añaden, además, un plus de propiedades cosméticas refrescantes, antiarrugas y potenciadoras de la hidratación. También se ofertan actualmente productos específicos para pieles extrasecas o maduras.
La dieta. Pueden incluir alimentos que activen la acción de los melanocitos, las células responsables de la producción de melanina, el pigmento que determina el color de la piel. Afortunadamente, estos alimentos son perfectamente compatibles con los menús más típicos del verano, como gazpachos o ensaladas. El tomate, por ejemplo, al ser rico en vitamina A, ayuda a mantener la piel elástica y previene la aparición de manchas solares. Vegetales como el berro y la lechuga, también ricos en vitamina A y ejercen sobre la piel una acción antisecante, previniendo su espesamiento.
Plan de acción
-Aplicar el producto unos 30 minutos antes de la exposición
-Evitar exponerse a la radiación solar entre las 12.00 y las 16.00 horas.
– Acostumbrarse a una exposición progresiva: pocos minutos durante los primeros días para luego ir aumentando poco a poco, según nos vayamos bronceando.
– Evitar los aceleradores del bronceado, especialmente las recetas caseras como el aceite de coco o el de oliva, etc. Con ello, lo único que se consigue es provocar una reacción de toxicidad que en nada favorece un bronceado uniforme y, además, puede producir quemaduras.
– No hay que utilizar el filtro solar o fotoprotector para estar más tiempo expuesto al sol: según cada tipo de piel hay que tener un tiempo máximo determinado.
El producto solar ideal.
–Debe ser de amplio espectro. Esto es, proteger frente a todo tipo de radiación UV. En este sentido, se recomienda elegir aquellos que contengan filtros químicos o filtros fotoestables de nueva generación, enriquecidos con filtros biológicos como las vitaminas, los oligoelementos y sustancias como el polifenol, que aumentan las defensas durante la exposición solar.
–Resistente al agua: Significa que el producto continúa protegiendo la piel incluso después de darse un chapuzón o de haber sudado. Hay que distinguir entre wáter resistant( resiste una inmersión de 40 minutos o dos inmersiones de 20 minutos) y water proof ( permanece sobre la piel tras un baño de 80 minutos o 4 de 20 minutos).
– Variedad de formulación. El tipo de fórmula es importante. Las cremas grasas y los aceites permanecen más tiempo sobre la piel que las leches y geles. Las fórmulas acuosas que se vaporizan sobre la piel, son las menos resistentes y, en general, no alcanzan el factor de protección adecuado.
–Propiedades hidratantes. Es aconsejable que incluya sustancias con poder antiinflamatorio y antioxidantes naturales (vitaminas A,C y E), así como que esté formulado con una buena base hidratante que compense las pérdidas de agua derivadas de la acción de los rayos del sol sobre la piel.
DESPUES DEL SOL
No está de más someterse a algún tratamiento reparador cutáneo de choque, en algún centro especializado, mediante curas intensivas que tienen como objetivo aportar a la piel tanto facial como corporal dosis importantes de ingredientes hidratantes para reponer de forma expréx el agua perdida.
Hay que prestar especial atención a determinadas partes del cuerpo que suelen ser las más perjudicadas tras el verano. Tal es el caso de cara, cuello, manos, los hombros, las rodillas , la espalda y el escote. La exfoliación y los tratamientos locales y específicos son las mejores soluciones.
A diferencia de las hidratantes clásicas, los tratamientos para después del sol, también conocidos como after-sun, contienen activos calmantes que alivian la piel, ayudando a que se regenere. De todas formas, no todos los after-sun son iguales. Sus fórmulas rivalizan en activos e ingredientes para reconstruir la barrera hidrolipídica tras la exposición solar. Aquí van unos ejemplos de los ingredientes más comunes:
-Vitaminas E y C: son reconocidas por sus propiedades anti-radicales libres y presentes en muchos after-sun para mantener a raya estos destrozadores cutáneos.
-Autobronceador: añadidos a la textura en pequeñas dosis consiguen prolongar el bronceado y dejan la piel satinada.
-Mentol: sus principios activos son indispensables para dar una sensación de frescor y calmar las irritaciones.
-Alantoina, camomila, bisabolol, caléndula…: todos y cada uno de estos ingredientes borran la sensación de ardor de las pieles tras una jornada non stop en la playa.
-Aceites esenciales: son los encargados de recuperar y reponer los índices de hidratación de la piel.
Los tratamientos recomendados para realizar en esta época del año son:
–Microdermoabrasión con puntas de diamante y Peelings químicos una vez que se dejó de tomar el sol.
-Mesoterapia facial (mesoliftin) que hidrata,nutre y aporta luminosidad.
Y la estrella que se puede hacer todo el año es la radiofrecuencia facial. En una sola sesión se logra un efecto lifting no quirúrgico, indoloro y ambulatorio.
Una vez que la piel está más delgada se puede pensar en realizar tratamientos más profundos como luz pulsada y láser Pixel, para remover las manchas, pero es fundamental no exponerse al sol durante la realización del tratamiento.
Contra las manchas
Tras el período estival, la piel suele resentirse de las constantes exposiciones al sol. De hecho, es muy común que por este motivo aparezcan pecas y manchas solares que suelen asociarse a una piel madura y poco cuidada.
La mejor recomendación es un nuevo tratamiento anti-manchas: mascarilla despigmentante. Es un innovador sistema que permite borrar las manchas y pequeñas imperfecciones de la piel a través de la aplicación de una crema densa en forma de mascarilla.
Esta fórmula se basa en diferentes componentes, entre los que destacan ácidos a bajo porcentaje y otros productos despigmentantes. Es importante destacar que, a pesar de su cómoda y fácil aplicación, debe llevarse a cabo en un centro especializado y por un médico especialista.
Dado que debe mantenerse aplicada aproximadamente durante unas 6-8 horas, el paciente puede marcharse a su casa, donde puede retirarse el producto. Durante las dos semanas posteriores, es preciso volver a la consulta para realizar una sesión de control.
En este período, la piel puede quedar un poco sonrosada y aparecer un leve peeling cutáneo, pero, a pesar de ello, no se requiere baja laboral ni social. Pasado este tiempo, la tez consigue un tono unificado, homogéneo y con una mayor luminosidad.
La elección de la fórmula de la mascarilla despigmentante dependerá de la piel del paciente y de la tipología de las manchas. De cualquier forma, su aplicación debe ser realizada por un especialista y su tratamiento requiere valoración médica previa.
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