En nuestra clínica de hilos tensores de Jaén, Cenydiet, encontrarás la experiencia y resultados óptimos que buscas. En este artículo te comentamos algunos detalles interesantes.
Conforme vamos envejeciendo nuestra piel va perdiendo firmeza, elasticidad y tersura y esto se produce, en parte, porque no es capaz de sintetizar una sustancia llamada colágeno y por la acumulación de grasa facial en ciertas zonas localizadas.
Todo ello dará como resultado la aparición de ciertos estragos de la edad como arrugas o flacidez, afectando sobre todo a la zona del cuello, papada, mejillas, cejas, así como al contorno de los ojos.
Uno de los mejores tratamientos para poder minimizar el impacto del paso del tiempo son los hilos tensores.
¿En qué consiste el tratamiento de los hilos tensores?
Son una técnica estética que no emplea un método intrusivo, no produce dolor y nos ofrece resultados garantizados. Para poder llevarlo a cabo, se usan una serie de hilos en la capa de la dermis en el interior de la piel con el objetivo de que esta se terse.
A diferencia de otros tratamientos, tiene la ventaja de que no necesita de que el paciente se quede en el hospital una vez que ha terminado, además de reducir los riesgos de una forma muy pronunciada al no hacer falta anestesia general para poder llevarlo a cabo.
No estamos hablando de una técnica revolucionaria, ya que lleva mucho tiempo en el mercado. Sin embargo, sí que es verdad que ha evolucionado de forma considerable; ahora se trata con un componente conocido como polidioxanona Pro que tiene la ventaja de asegurar el tratamiento en el cuerpo del cliente, siendo una sustancia completamente respetuosa con él, que no llega a producir alergias ni ningún otro problema similar.
Hilos tensores: Contraindicaciones
No se puede iniciar un tratamiento de hilos tensores en los siguientes 3 casos:
-
En mujeres que estén en periodo de lactancia o de gestación.
-
En el caso de que se padezca de enfermedades autoinmunes, neoplásicas, así como de afección vascular o si el paciente tiene diabetes.
-
Si existe alguna infección en la zona en la que se quiere realizar el tratamiento, tampoco se podrá llevar a cabo. En esta situación se examinará y se preparará para cuando la infección haya desaparecido.
¿En cuánto veremos resultados?
Otra de las ventajas de los hilos tensores es que nos ayuda a conseguir resultados prácticamente inmediatos, visibles desde el momento en el que termina el tratamiento. Ayuda que la zona tratada tenga un aspecto mucho más fuerte y reafirmado pero de manera natural y completamente respetuoso con la dermis.
Sin embargo, no se podrá ver el resultado definitivo del tratamiento hasta que hayan pasado un par de meses desde el inicio del tratamiento.
Se calcula que un tratamiento de hilos tensores puede durar aproximadamente unos 18 meses, aunque esto dependerá de cada paciente. En el caso de que el tratamiento haya dejado de tener efecto, podremos volver a someternos a uno nuevo sin que esto repercuta en un riesgo para el paciente.
El perfil medio de persona que se suele someterse a esta técnica es el de una mujer de entre 30 a 45 años.