Si padeces de varices, aunque lo único molesto sean unas pequeñas venitas indoloras, no esperes a que el problema se vuelva insoportable y consulta a un médico especializado en problemas vasculares, pues si no la tratas a tiempo, la varicosis tiende a empeorar, aumentando el dolor y el número de venas afectadas.
Ten presente que cualquier cosa que incremente la presión de la sangre en las piernas, como estar de pie por muchas horas, aumenta el dolor. Por lo tanto, cualquier actividad que disminuya la presión sanguínea y contrarreste la gravedad, ayuda a aliviar el dolor varicoso, por eso sigue estas recomendaciones:
AUMENTA LA COMPRESIÓN DE LAS PANTYS QUE USAS:
Usa medias elásticas con ajuste de compresión, que a diferencia de las medias comunes ayudan a evitar que la sangre se vaya hacia las venas más pequeñas y cercanas a la piel, y te dan un alivio considerable dependiendo de la gravedad de tus varices.
MANTEN LAS PIERNAS EN ALTO.
Las varices son venas debilitadas, sin la fuerza que tuvieron antes para devolver la sangre al corazón. Entonces, debes ayudarlas, elevándolas por encima del nivel de tus caderas y apoyándolas sobre un sillón o unos cojines. Veras como no se incrementará tu problema de varices.
CAMBIA DE POSICION.
Haz este sencillo ejercicio a lo largo del día tantas veces como te sea posible: ponte unas medias con soporte, acuéstate boca arriba, eleva las piernas y descánsalas sobre la pared. Mantén esta posición durante dos minutos para que la sangre fluya de las varices hacia el corazón.
INCLINA TU CAMA A LA ALTURA DE LOS PIES.
Coloca unas guías telefónicas bajo tu colchón al nivel de los pies, para mantener las piernas en alto mientras duermes. Veras como no se incrementará tu problema de varices. Pero si tienes problemas cardíacos o dificultades para respirar durante la noche, consulta a tu médico antes de ajustar tu colchón.
PRACTICA YOGA.
El yoga ayuda a aliviar la incomodidad de las varices. Prueba este sencillo ejercicio: acuéstate boca arriba, eleva tus pies hasta el asiento de una silla, y respira lentamente por la nariz. Esto ayuda a que la fuerza de gravedad saque la sangre acumulada en las piernas. Veras como no se incrementará tu problema de varices.
SUMERGE LAS PIERNAS.
Aplica una compresa de agua caliente sobre la zona afectada y sin presionar, a la máxima temperatura que puedas soportar, durante dos minutos. Después aplica otra de agua fría durante medio minuto. Alterna durante diez minutos, terminando con la compresa fría. Veras como no se incrementará tu problema de varices.
DATE MASAJES EN LAS ZONAS AFECTADAS POR LAS VARICES.
Pon los pies más elevados que el resto del cuerpo y en esta posición date un suave masaje y unos ligeros golpecitos desde el tobillo y hacia el tronco. No te des masajes fuertes, porque puedes dañar más las venas.
MUEVE TUS PIERNAS.
Las personas sedentarias tienen más posibilidades de sufrir varices que quienes llevan una vida activa. Si en tu trabajo estás sentada durante muchas horas, dedica dos minutos cada media hora a mover los dedos de los pies dentro de los zapatos, dobla y extiende las piernas, ponte de puntas cada vez que te sea posible, y levántate y camina un poco cada hora. Veras como no se incrementará tu problema de varices.
PRACTICA EJERCICIO.
Permanecer durante mucho tiempo sentada o de pie ocasiona que la sangre se acumule en las venas de las piernas. Un poco de ejercicio diario, sobre todo caminar, ayuda a que se contraigan las venas, se vacíen y se envíe la sangre hacia el corazón, contrarrestando las varices.
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