Desde tiempos muy antiguos la sociedad se ha caracterizado por el cuidado estético de la piel. Desde el Antiguo Egipto, con los baños de leche fermentada de Cleopatra (ícido Láctico-AHA) para suavizar la piel, hasta la lujosa y exuberante corte de Luís XVI donde aparece el romanticismo con los característicos rasgos pálidos y etéreos. Las mujeres se escondían del sol y del aire para preservar el rostro del bronceado. De esta manera, el color blanco de la tez las diferenciaba de la clase trabajadora, la cual, estaba expuesta al sol durante horas y se fotoenvejecía rápidamente acumulando un color oscuro con discromías y alteraciones vasculares. Ya en aquella época se utilizaban brebajes caseros a partir de residuos de vino (ícido Tartárico -AHA) y bebían vinagre para reducir los glóbulos rojos y obtener así una piel más clara.
Desde tiempos muy antiguos la sociedad se ha caracterizado por el cuidado estético de la piel. Desde el Antiguo Egipto, con los baños de leche fermentada de Cleopatra (ícido Láctico-AHA) para suavizar la piel, hasta la lujosa y exuberante corte de Luís XVI donde aparece el romanticismo con los característicos rasgos pálidos y etéreos. Las mujeres se escondían del sol y del aire para preservar el rostro del bronceado. De esta manera, el color blanco de la tez las diferenciaba de la clase trabajadora, la cual, estaba expuesta al sol durante horas y se fotoenvejecía rápidamente acumulando un color oscuro con discromías y alteraciones vasculares. Ya en aquella época se utilizaban brebajes caseros a partir de residuos de vino (ícido Tartárico -AHA) y bebían vinagre para reducir los glóbulos rojos y obtener así una piel más clara.
Siguiendo las tendencias sociales, la tecnología estética avanza para ofrecer técnicas para seguir no sólo cuidando y emblanqueciendo la piel sino también, atenuando las alteraciones pigmentarias y vasculares de ésta. Así en los años 90 toman fuerza los peelings en distintas concentraciones de AHA, (alfahidroxiácidos) entre otros, con fines exfoliativos para generar la pérdida de una o más capas de la piel, ya utilizados a finales del siglo XVIII.
Tratamientos con luz
Diferentes estructuras de la piel (cromóforos) tienen capacidad de absorción de la luz a distintas longitudes de onda y consecuentemente se calientan. La finalidad de la fototerapia es aprovechar este aumento de la temperatura para realizar una fototermólisis en la estructura que vamos a tratar. Cuando nos referimos al tratamiento con Luz Pulsada Intensa (IPL) hablamos de una lámpara de xenón que emite una luz compuesta por muchos fotones que viajan a múltiples longitudes de onda en un rango de emisión que abarca desde los 300 nm. a los 1200nm. El comportamiento de la luz pulsada intensa es asimilable al de una bombilla: la luz se desplaza en todas direcciones y es absorbida por los principales cromóforos de la piel; la oxihemoglobina, la melanina y el agua.
Debe ser el equipo el que asegure que sólo se transmita un determinado tipo de luz en función del tratamiento que se quiera realizar y nos acote perfectamente la luz a emitir al objetivo o cromóforo que queremos calentar, asegurando tratamientos muy efectivos y seguros para excluir de este aumento de la temperatura las estructuras adyacentes que podrían causar efectos adversos como quemaduras.
Fotorrejuvenecimiento con IPL
Trata con gran rapidez toda la superficie de la cara, escote, brazos y manos, tratando alteraciones vasculares, pigmentarias y mejorando la textura en lugar de hacer sesiones por separado para cada imperfección cutánea. De esta forma, además, se consigue un resultado más uniforme, una tez más tersa y luminosa. En el equipo, primeramente se debe seleccionar el filtro o banda de luz apropiada para este tipo de tratamiento (alrededor de 555-950 nm). En este filtro la luz emitida se dirigirá en una pequeña porción a la hemoglobina y la mayor parte a la melanina.
En el fotorrejuvenecimiento lo ideal es que el equipo entregue la luz en un disparo con un pulso fraccionado ya que es de suma importancia tener en cuenta el tiempo de relajación térmica (TRT) de la estructura que tratamos. Al ser estructuras queratinosas en la epidermis son muy pequeñas. Esto facilita su calentamiento y a la vez facilita la conducción de calor al tejido adyacente, por tanto, debemos emitir la luz con pulsos muy cortos e intensos. Una vez la luz alcanza la piel, ésta es absorbida por el cromóforo melanina el cual tiene una reacción de oxidación, después se oscurece y en una semana desaparece por descamación. Las consecuencias inmediatas de este impacto de energía lumínica transformada en calorífica son que el calor restante controlado, es conducido al tejido adyacente y consecuentemente se produce un calentamiento de la piel. Este aumento de la temperatura que llega a la dermis estimula la colagenosis y la producción de otras fibras de malla dérmica. El resultado será una eliminación de las alteraciones pigmentarias superficiales aportando una uniformidad en el tono y la mejora en la textura de la piel, la luminosidad y la disminución del tamaño del poro.
Mejorar los resultados combinando tratamientos
La combinación de varias técnicas como la PDT entre otras demuestra ser más eficaz que la IPL aislada. Actualmente podemos encontrar otras técnicas para mantener nuestra piel joven y radiante.
- Radiofrecuencia de baja potencia: Es un método no ablativo que se basa en la aplicación de radiaciones electromagnéticas para acceder a las capas más profundas de la piel, ya sea en el rostro o en el cuerpo, con el fin de provocar una gran movilización molecular y energética en el tejido. Un haz de calor penetra en la piel y actúa hasta casi 1 cm. de profundidad sobre la dermis reestructurando el colágeno envejecido.
- Peeling químico o dermoabrasión: Consiste en la aplicación de una sustancia química sobre la superficie cutánea que propicia una descamación controlada de la epidermis con la finalidad de producir una renovación de las capas superficiales de la piel.
- Bótox: Es un preparado farmacológico de una neurotoxina producida por la bacteria Clostridium Botulinum. Es la toxina botulínica tipo A purificada. Este tratamiento está indicado para el tratamiento temporal de las arrugas de expresión del tercio superior de la cara: patas de gallo, entrecejo, arrugas de la frente y permite una discreta elevación de la cola de la ceja.
- Tratamientos de relleno: Tienen la finalidad de recuperar la pérdida de volumen en el tejido que inevitablemente los años acusan. Los rellenos más usados actualmente tienen diferentes tiempos de reabsorción: ícido Hialurónico -comercializado como Restylane- que el tiempo de reabsorción suele estar entre los 6 y los 18 meses. Existen igualmente materiales semi-reabsorbibles como el ícido Poliláctico -comercializado como Sculptra- con un tiempo mínimo de reabsorción de 2 años. O bien rellenos permanentes como el Polialquil Amida -comercializado como Aquamid.
La popularidad de los nuevos tratamientos cutáneos no ablativos y ligeramente invasivos ha aumentado mucho en los últimos tiempos. Esto es, en parte, gracias a los adelantos tecnológicos que han permitido ir más allá en este tipo de tratamientos y a la aceptación de éstos por la sociedad ya que los clientes disfrutan de una piel visiblemente mejorada, sin necesidad de anestésicos, con un bajo riesgo de complicaciones y un mínimo o nulo tiempo de recuperación, por lo que el cliente puede incorporarse a su actividad habitual tras el tratamiento y lucir la imagen que la sociedad le pide.
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