Y es que, además de usar cremas hidratantes con un factor de protección adecuado a nuestra piel y autobronceadores, existe una manera muy saludable y eficaz para potenciar el bronceado y aumentar las defensas de nuestra piel para hacer frente a los radicales libres: los alimentos bronceadores.
Estos alimentos se dividen según sus propiedades y beneficios específicos:
–Alimentos con vitamina E: la vitamina E es un potente antioxidante de las células, algo vital para proteger nuestra piel del sol y evitar la acción dañina de los rayos UV. Puedes encontrar esta vitamina en productos como el aceite de oliva, las legumbres, los frutos secos y los cereales.
–Alimentos con vitamina C: fundamentales para proteger la juventud de la piel, además de contener propiedades antioxidantes. Lo encontrarás en cítricos como la naranja, el limón el kiwi y en frutas rojas. Verduras como el perejil, la soja, el brócoli y las espinacas también tienen un alto contenido de esta vitamina.
–Alimentos con betacaroteno: es un pigmento súper eficaz para cuidar la piel, potenciar el bronceado y disminuir la intolerancia de ciertas pieles al sol, ya que estimulan la producción de melanina (el pigmento causante del bronceado). Elpimiento, el tomate, la zanahoria, las espinacas, los berros, la remolacha, el rábano, el melón y el mango son alimentos deliciosos y con un alto componente en betacaroteno.
¿Y cómo podemos incluir estos alimentos en nuestra dieta diaria? Aquí te propongo algunos platos y trucos a seguir incluyendo estos alimentos en tu dieta
Como primeros puedes tomar:
– Gazpacho: el que hago en casa es un gazpacho light. Nunca le pongo pan para que sea más ligero y engorde menos, solo pongo tomate, pepino, pimiento verde y pimiento rojo. El ajo no me gusta pero también se puede añadir, y aceite en su justa medida. Además de ser muy sano, sabroso y refrescante para el calor, incluye gran cantidad de betacarotenos y vitamina E.
– Ensalada variada: mezcla en tu ensalada habitual de lechuga y tomate zanahoria, remolacha y atún. El pescado azul contiene Omega 3, fundamental para la salud del corazón y la hidratación de la piel. No olvides aliñarla con aceite de oliva y vinagre a tu gusto.
Soy intolerante a la lactosa y no tomo nada que lleve lácteos, pero para las amantes de la leche y sus derivados os cuento un par de opciones:
– Yogur con albaricoque y cereales: mezcla trocitos de albaricoque con un yogur desnatado cremoso en un bol, añadiendo después cereales integrales. El albaricoque aporta betacaroteno, el yogurt lípidos para que se asimile mejor y los cereales vitamina B, que ayuda a absorber la vitamina C y a paliar los daños solares. También puedes probar con el yogurt con nueces u otros frutos secos, también muy ricos en vitamina B.
– Smoothie de frutas tropicales: mezcla leche desnatada con mango, plátano, durazno y piña. Tendrás un sabrosísimo y sanísimo batido tropical con betacarotenos y vitamina C.
Ya sabéis que soy amante de los zumos, pero sobre todo los naturales. Me gusta hacerlos en casa y unos de mis preferidos en verano es el granizado de melón. Mezcla el triturado de un melón junto a zumo de limón y hielo picado para obtener un refrescante granizado alto en betacarotenos e ideal para las más golosas.
Ahora en la lactancia estoy controlando la teína y solo tomo una taza de té al día, pero para las que os guste, el té verde, además de su función depurativa y desintoxicante, aporta gran cantidad de antioxidantes, ya que contiene vitaminas B y C. Si no te gusta el té verde, hay otros tipos también muy beneficiosos y sabrosos, como el té rojo, que ayuda a depurar y quemar grasas, el té blanco contiene vitamina E y C, y el negro aporta antioxidantes y ayuda a la regulación digestiva.
Una forma casera sencilla y rápida para aumentar nuestras defensas y estimular el bronceado, es realizar en casa una mascarilla a base de zanahoria y yogurt. Cuando los betacarotenos se juntan con lípidos (grasas), se asimilan mejor, de ahí el mezclar la zanahoria y el yogurt.
Tritura media zanahoria hasta hacerla zumo, y entonces, mézclala con el yogurt uniformemente. Aplícala por el rostro o las zonas del cuerpo que quieras dejándola actuar unos 30 minutos. Después, retira los restos suavemente con agua templada. Además de nutrir y preparar la piel para un bronceado más intenso, si le añades zumo de limón podrás limpiar la piel y eliminar impurezas.
Por último, no olvides protegerte con cremas adecuadas a tu fototipo, hidratarte, beber mucha agua y exfoliarte antes de la exposición al sol. ¡Tendrás un bronceado sano y de película!
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