El acné atormenta durante la adolescencia, cuando la cara se llena de granos y espinillas, pero en muchos casos tampoco la abandona durante la edad adulta. Como consecuencia, este problema cutáneo puede tener repercusiones negativas en la autoestima y confianza de la persona que lo padece.
En Clínica Cenydiet te contamos cómo combatir el acné explorando cuáles son sus causas, tipos y tratamientos más efectivos contra los granos.
¿Qué es el acné?
El acné es una enfermedad de la piel que afecta a las glándulas sebáceas. Estas están unidas a los poros de la piel a través de un canal llamado folículo. Si estas glándulas producen demasiado sebo o grasa, los poros pueden obstruirse. Si, además se acumula suciedad, bacterias y células muertas, es habitual que se infecten dando lugar a una lesión de mayor o menor tamaño.
Es habitual que salgan granos y espinillas de distintos tipos: comedones abiertos, que normalmente llamamos puntos negros; comedones blancos, a los que muchos denominan espinillas; pústulas, que acumulan más cantidad de pus; quistes o nódulos, que pueden llegar a ser muy dolorosos; etc. Los granos pueden salir en cualquier parte del cuerpo, pero cuando hablamos de acné lo más común es que aparezcan en la cara, cuello, espalda, hombros y brazos.
Causas por las que aparecen los granos
Como ya te hemos contado, los granos salen porque los poros de la piel se obstruyen con sebo y suciedad. Pero, ¿qué factores hacen que seamos más proclives a ello? Ciertas situaciones pueden provocar que nuestras glándulas sebáceas produzcan más grasa de lo normal.
1 Los cambios hormonales
Una de las causas más frecuentes detrás del acné son los cambios hormonales. De hecho, muchas veces se habla de acné hormonal cuando detrás de la aparición de granos y espinillas están las variaciones en los niveles de hormonas. Estos cambios crean desequilibrios que hacen que las glándulas sebáceas de la piel produzcan más sebo del habitual.
Una de las etapas en las que más cambios hormonales se experimental es durante la pubertad. De ahí que la mayor parte de los adolescentes sufran acné en algún momento. Por el desarrollo de las mujeres, las chicas suelen tenerlos antes, mientras que los brotes de los chicos suelen retrasarse, aunque son más agresivos.
2 Ciclos menstruales
Igual que ocurre durante la adolescencia, la menstruación también provoca cambios hormonales. Como resultado, se pueden producir granos en distintos momentos del ciclo menstrual, sobre todo durante la fase lútea (del día 14º al 28º del ciclo, aproximadamente). Así, estas espinillas son uno de los síntomas más visibles del síndrome premenstrual.
3 Ovarios poliquísticos
Las enfermedades que afectan directamente a las hormonas, como es el caso de los ovarios poliquísticos, también pueden hacer que el acné prolifere.
4 Maltrato a la piel
Cuando no se cuida bien la piel, también pueden salir granos. Sin un nivel de higiene adecuado, la suciedad (contaminación, polvo, etc.) a la que nos exponemos día a día y la propia grasa que nuestra piel genera se acumula en el rostro.
Por ello, es necesario lavarse la cara con un jabón suave y agua tibia un par de veces al día. Esta rutina de limpieza es aún más importante si sueles maquillarte. En caso contrario, los restos de maquillaje taponarán los poros y saldrán más granos. Si bien lavarse es necesario, hay que tener cuidado con ciertas limpiezas demasiado profundas porque pueden empeorar tu acné.
Después de limpiar la cara, hay que hidratar bien la piel. Para todos estos cuidados faciales hay que utilizar productos adecuados. Te recomendamos usar los que llevan la etiqueta oil free.
5 Algunos medicamentos
Algunos medicamentos, entre los que se encuentran los corticoides, tienen como efecto secundario una reacción inflamatoria en la piel.
6 Herencia genética
El acné también tiene cierto componente genético, por lo que los hijos de padres que han sufrido un acné severo tienen más posibilidades de desarrollarlo.
7 El estrés
El estrés también puede causar un aumento de los granos, debido a la alteración en los niveles hormonales.
Los distintos tipos de acné
Se puede clasificar el acné en distintos tipos según distintos parámetros: la edad en la que tiene lugar, sus causas, el tipo de lesiones que produce. Estos son algunas de las clasificaciones más habituales.
Acné según la edad en la que se desarrolla.
+Acné del bebé. A veces, los bebés, tanto recién nacidos como los que tienen unas semanas, desarrollan pequeños granos o espinillas en las mejillas. En ocasiones se debe a la irritación propia de la piel, pero también puede ser una reacción a las hormonas de los últimos meses del embarazo. Se debe consultar con un médico, sobre todo si no llega a desaparecer con el paso de las semanas.
+Acné juvenil. El acné juvenil es el que tiene lugar durante la pubertad debido a los cambios hormonales producidos en este etapa de la vida. Es complicado establecer un rango de edades entre los que tiene lugar, ya que cada niño se desarrolla de una manera diferente. Sin embargo, se podría acotar entre los 12 y los 17 años.
+Acné en adultos. A veces, el acné de la pubertad continúa hasta la edad adulta. En otros casos, es posible que de repente salgan granos. En cualquier caso, el acné en adultos resulta más habitual de lo que cabría esperar.
Según la causa y la tipología de la lesión
+Acné vulgar. Cuando hablamos de forma generalizada del acné, nos referimos al acné vulgar, también conocido como acné vulgaris. Recibe este nombre porque es muy común entre la población y puede darse en cualquier momento de la vida. Por otro lado, puede desarrollarse en distintos grados de intensidad.
+Acné hormonal. En este caso, hablamos de que los granos están provocados por un cambio hormonal que altera las glándulas sebáceas.
+Acné quístico o conglobata. Cuando gran parte de las lesiones que aparecen son nódulos o quistes, se considera que se ha desarrollado un tipo de acné quístico. Este puede llegar a ser muy doloroso y necesita el seguimiento de un dermatólogo para que no deje marcas.
Según la gravedad del acné
+Acné leve. Se trata del acné menos problemático ya que las lesiones son más pequeñas y aparecen con menor frecuencia. Normalmente, se puede controlar con unos cuidados básicos y algún tipo de pomada o crema específico para este tipo de piel.
+Acné moderado. El acné moderado produce lesiones más numerosas, más duraderas y más dolorosas.
+Acné severo. Hablamos de este como el tipo de acné más grave. Sus lesiones son las más severas y necesitan un tratamiento dermatológico profesional.
Tratamientos para combatir el acné
Para evitar que el acné vaya a más y que llegue a causar un problema más allá de la piel, es necesario cuidar correctamente la piel. Además, un tratamiento a tiempo tiene más posibilidades de evitar que el acné deje antiestéticas cicatrices.
+ Cuidados básicos para la cara
Lo primero que te recomendará tu dentista es que incorpores a tu rutina unos cuidados básicos para tu piel. La limpieza e hidratación son el mejor tratamiento base para combatir los granos. Evita tocarte la cara con las manos, que pueden estar sucias, y quita el flequillo del rostro para que la grasa del pelo no pase a la piel y viceversa.
+ Medicamentos tópicos
Más allá de que cuides correctamente tu piel, tu dermatólogo te puede recomendar administrarte algún tipo de medicamento tópico que contenga retinoides o antibiótico. Estos se aplican directamente sobre la piel, pero tendrá que ser un profesional de la salud el que te diga cuántas veces debes aplicártelo y durante cuánto tiempo.
+ Medicamentos orales
Por otro lado, tu dermatólogo puede recomendarte un medicamento oral, es decir, que se toma por la boca. Los antibióticos son habituales, pero también pueden recomendarte la pastilla anticonceptiva, sobre todo cuando se debe a una causa hormonal. El dermatólogo te hará saber la dosis y el tiempo durante el cual debes tomar el medicamento.
Debes saber que siempre que tomas un medicamento pueden desarrollarse una serie de efectos secundarios, a los que debes estar atenta.
+ Tratamientos con láser
Para reducir el acné y, sobre todo, hacer desaparecer las cicatrices producidas por los granos, se pueden usar tratamientos de láser, así como limpieza con ácidos y azufres. Este tipo de soluciones tienen que quedar siempre en manos de profesionales para asegurarte de que resulta efectivo.
Último consejo: sabemos que es una tentación, pero intenta no ‘explotarte’ o apretarte los granos ya que podría dejar marcas. ¡Cuida tu piel para que esté sana y bonita!
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