Además de ser fuente nutritiva de vitaminas y minerales, las frutas ayudan a reducir la grasa y controlan el peso corporal. También proporcionan energía y vitalidad y colaboran en el funcionamiento del intestino.
Las frutas son fundamentales en la dieta de cualquier persona y se recomienda comer de una a tres porciones al día, aunque pueden ser reemplazadas por suplementos alimenticios de vitaminas y minerales. Sin embargo, como ocurre con todo, no es aconsejable consumir frutas en exceso.
Pero decíamos que las frutas también tienen la propiedad de reducir las grasas y a ello no dedicaremos en este artículo. Por ejemplo, la frambuesa es una poderosa aliada en la lucha contra la grasa localizada, debido al ser rica en fibras insolubles acelera el tránsito intestinal, proceso esencial para mantener nuestro peso en equilibrio.
50 g de frambuesas contienen solamente 30 calorías. Su consumo debe ser muy frecuente, de ser posible tres veces a la semana. Además, esta fruta es de bajo contenido glucémico y una gran cantidad de nutrientes como las vitaminas A, C y E, zinc, potasio, calcio, magnesio y ácido fólico.
Por otro lado, la manzana también es muy buena para controla el peso. Comer una manzana 20 minutos antes de una comida sirve para controlar el apetito hambre y reduce la acidez del estómago, evitando la irritación del intestino.Por otra parte, la pectina de la manzana acelera el tránsito intestinal, evitando los gases e disminuyendo la absorción de las grasas.
Por su parte, el durazno o melocotón tiene un alto valor nutritivo de vitaminas, fibra e hierro. Además, ayuda en el funcionamiento y es bajo en calorías. El melocotón es adecuado para cualquier tipo de dieta.
Como vemos, son varias las frutas que pueden ayudarnos a mantener nuestro peso controlado y en equilibrio debido a sus propiedades y funciones en el organismo.
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