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Los últimos tratamientos en escleroterapia

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Las varices son un problema estético que llega a afectar hasta un 60% de las mujeres y un 40% de los hombres, casi siempre en las piernas. Provocadas por un fallo en las válvulas venosas, son una acumulación de sangre acompañada por una dilatación, siendo claramente visibles desde el exterior y una fuente de inseguridad para quien las padece. Para poder eliminar esta alteración de forma efectiva es necesario un tratamiento específico y centralizado que asegure que no van a volver a aparecer. En las venas sanas, las válvulas situadas en sus paredes interiores mantienen la sangre en movimiento, procurando un correcto retorno al corazón. Sin embargo, las venas varicosas son el resultado de válvulas venosas defectuosas o de paredes venosas débiles, razón por la cual aparecen síntomas como la hinchazón, la pesadez, los calambres, los picores o el ardor localizado en las piernas. La escleroterapia es el tratamiento enfocado a mejorar las alteraciones en las venas varicosas. No obstante, antes de iniciar cualquier protocolo es fundamental realizar una buena exploración física para conocer al detalle el estado del sistema venoso. Tipos de venas varicosas La clasificación de las diferentes venas varicosas se debe a su forma y a su origen: Tronculares: son dilataciones venosas subcutáneas con relieve sobre la piel, nacidas de afectaciones a venas profundas. Reticulares: son varices subcutáneas de pequeño tamaño que se disponen formando una retícula. En escoba: son micro-varices que se disponen en forma de árbol. Arañas vasculares: son dilataciones venosas de aspecto estrellado. Telangectasias: son dilataciones de venas intradérmicas de un diámetro inferior a 1 milímetro. Para eliminar estos tipos de varices, existen en el campo de la medicina estética diversos métodos.   Esclerosis Esta técnica consiste en inyectar un líquido esclerosante en el interior de la vena, mediante una aguja muy fina, con el propósito de cerrar la vena gracias a la irritación química provocada en la pared de la vena y permitiendo que la sangre circule por las venas sanas sin privar a la piel de la circulación necesaria. El cierre se logra de forma gradual y natural, pudiendo apreciar los resultados finales tras 12 semanas y, aunque se requieren varias sesiones (un mínimo de 3), la sesión apenas provoca dolor y no impide después realizar las tareas habituales. Además, las alergias y reacciones adversas son muy poco frecuentes (aunque no imposibles). Fotoesclerosis o Láser percutáneo El láser para tratamiento de varices aplicado sobre la piel trabaja sólo sobre el color rojo de la sangre, calentando la zona y provocando una lesión en la pared de la vena para inducir la coagulación de la sangre y la posterior esclerosis de la variz. La vena cerrada por el efecto térmico del láser genera un fenómeno de reparación tisular que ocasiona su reabsorción, por lo que la vena tratada desaparece visual y físicamente. El láser utilizado en este tratamiento es el Láser Neodimio-Yag, con una longitud de onda de 1064nm, la más específica para su absorción por la hemoglobina sin que se disperse por los tejidos de alrededor. Penetra a una profundidad máxima de 3mm, que es donde se encuentran las venas a tratar y transmite la suficiente energía para calentar la vena sin lesionar la epidermis, coagulando lentamente los vasos sin afectar a los tejidos circundantes. Los mejores resultados se obtienen en venas con un diámetro inferior a 3mm, pudiendo ser azules o rojas. El tratamiento de fotoesclerosis se hace en varias sesiones consecutivas, separadas por un período de 4 a 8 semanas. La sesión es muy poco dolorosa y no requiere de anestesia local ni medicación analgésica. Los resultados son visibles desde la primera sesión, aunque no definitivos hasta pasadas unas semanas del fin del tratamiento. En muy pocos casos puede aparecer en la zona tratada un pequeño entramado de diminutos capilares de aspecto rosado, que suelen desaparecer de forma espontánea o con una nueva sesión de láser. Los únicos efectos secundarios del tratamiento suelen ser lesiones superficiales que desaparecen al poco tiempo, como pequeñas ampollas, crostitas o pigmentaciones. Justo después del tratamiento no es recomendable hacer ejercicio intenso o tomar baños muy calientes y es importante utilizar protección solar alta (50 SPF) durante las dos semanas posteriores. Relacionado

Cómo combatir el acné: causas, tipos y tratamientos.

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El acné atormenta durante la adolescencia, cuando la cara se llena de granos y espinillas, pero en muchos casos tampoco la abandona durante la edad adulta. Como consecuencia, este problema cutáneo puede tener repercusiones negativas en la autoestima y confianza de la persona que lo padece. En Clínica Cenydiet te contamos cómo combatir el acné explorando cuáles son sus causas, tipos y tratamientos más efectivos contra los granos. ¿Qué es el acné? El acné es una enfermedad de la piel que afecta a las glándulas sebáceas. Estas están unidas a los poros de la piel a través de un canal llamado folículo. Si estas glándulas producen demasiado sebo o grasa, los poros pueden obstruirse. Si, además se acumula suciedad, bacterias y células muertas, es habitual que se infecten dando lugar a una lesión de mayor o menor tamaño.   Es habitual que salgan granos y espinillas de distintos tipos: comedones abiertos, que normalmente llamamos puntos negros; comedones blancos, a los que muchos denominan espinillas; pústulas, que acumulan más cantidad de pus; quistes o nódulos, que pueden llegar a ser muy dolorosos; etc. Los granos pueden salir en cualquier parte del cuerpo, pero cuando hablamos de acné lo más común es que aparezcan en la cara, cuello, espalda, hombros y brazos. Causas por las que aparecen los granos Como ya te hemos contado, los granos salen porque los poros de la piel se obstruyen con sebo y suciedad. Pero, ¿qué factores hacen que seamos más proclives a ello? Ciertas situaciones pueden provocar que nuestras glándulas sebáceas produzcan más grasa de lo normal.   1 Los cambios hormonales   Una de las causas más frecuentes detrás del acné son los cambios hormonales. De hecho, muchas veces se habla de acné hormonal cuando detrás de la aparición de granos y espinillas están las variaciones en los niveles de hormonas. Estos cambios crean desequilibrios que hacen que las glándulas sebáceas de la piel produzcan más sebo del habitual.   Una de las etapas en las que más cambios hormonales se experimental es durante la pubertad. De ahí que la mayor parte de los adolescentes sufran acné en algún momento. Por el desarrollo de las mujeres, las chicas suelen tenerlos antes, mientras que los brotes de los chicos suelen retrasarse, aunque son más agresivos.   2 Ciclos menstruales Igual que ocurre durante la adolescencia, la menstruación también provoca cambios hormonales. Como resultado, se pueden producir granos en distintos momentos del ciclo menstrual, sobre todo durante la fase lútea (del día 14º al 28º del ciclo, aproximadamente). Así, estas espinillas son uno de los síntomas más visibles del síndrome premenstrual.   3 Ovarios poliquísticos Las enfermedades que afectan directamente a las hormonas, como es el caso de los ovarios poliquísticos, también pueden hacer que el acné prolifere.   4 Maltrato a la piel Cuando no se cuida bien la piel, también pueden salir granos. Sin un nivel de higiene adecuado, la suciedad (contaminación, polvo, etc.) a la que nos exponemos día a día y la propia grasa que nuestra piel genera se acumula en el rostro.   Por ello, es necesario lavarse la cara con un jabón suave y agua tibia un par de veces al día. Esta rutina de limpieza es aún más importante si sueles maquillarte. En caso contrario, los restos de maquillaje taponarán los poros y saldrán más granos. Si bien lavarse es necesario, hay que tener cuidado con ciertas limpiezas demasiado profundas porque pueden empeorar tu acné.   Después de limpiar la cara, hay que hidratar bien la piel. Para todos estos cuidados faciales hay que utilizar productos adecuados. Te recomendamos usar los que llevan la etiqueta oil free.   5 Algunos medicamentos Algunos medicamentos, entre los que se encuentran los corticoides, tienen como efecto secundario una reacción inflamatoria en la piel.   6 Herencia genética El acné también tiene cierto componente genético, por lo que los hijos de padres que han sufrido un acné severo tienen más posibilidades de desarrollarlo.   7 El estrés El estrés también puede causar un aumento de los granos, debido a la alteración en los niveles hormonales.   Los distintos tipos de acné Se puede clasificar el acné en distintos tipos según distintos parámetros: la edad en la que tiene lugar, sus causas, el tipo de lesiones que produce. Estos son algunas de las clasificaciones más habituales.   Acné según la edad en la que se desarrolla. +Acné del bebé. A veces, los bebés, tanto recién nacidos como los que tienen unas semanas, desarrollan pequeños granos o espinillas en las mejillas. En ocasiones se debe a la irritación propia de la piel, pero también puede ser una reacción a las hormonas de los últimos meses del embarazo. Se debe consultar con un médico, sobre todo si no llega a desaparecer con el paso de las semanas.   +Acné juvenil. El acné juvenil es el que tiene lugar durante la pubertad debido a los cambios hormonales producidos en este etapa de la vida. Es complicado establecer un rango de edades entre los que tiene lugar, ya que cada niño se desarrolla de una manera diferente. Sin embargo, se podría acotar entre los 12 y los 17 años.   +Acné en adultos. A veces, el acné de la pubertad continúa hasta la edad adulta. En otros casos, es posible que de repente salgan granos. En cualquier caso, el acné en adultos resulta más habitual de lo que cabría esperar.   Según la causa y la tipología de la lesión +Acné vulgar. Cuando hablamos de forma generalizada del acné, nos referimos al acné vulgar, también conocido como acné vulgaris. Recibe este nombre porque es muy común entre la población y puede darse en cualquier momento de la vida. Por otro lado, puede desarrollarse en distintos grados de intensidad.   +Acné hormonal. En este caso, hablamos de que los granos están provocados por un cambio hormonal que altera las glándulas sebáceas.   +Acné quístico o conglobata. Cuando gran parte de las lesiones que aparecen son nódulos o quistes, se

Rejuvenecimiento de la piel. Nuevo método láser

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74892831 – beauty procedure. closeup of beautician using laser therapy for facial skin rejuvenation. beautiful healthy woman face getting skin resurfacing in spa salon. body treatment. high resolution Por su efectividad y seguridad, los tratamientos con láser dejan muy atrás a otros métodos conocidos. Os presentamos una nueva y revolucionaria técnica de rejuvenecimiento mediante láser. Sin duda, uno de los métodos más utilizados en la actualidad para combatir el envejecimiento de la piel es el láser. Entre las últimos avances tecnológicos se encuentra una técnica no invasiva de lifting instantáneo de la piel y de la capa subyacente muscular aponeurótica, membrana que envuelve los músculos, que garantiza la prevención de la flacidez de los tejidos blandos. Esta técnica produce un efecto lifting que dependerá directamente de la zona de trabajo, de modo que cuanto más grande sea ésta, mayor grado de estimulación y resultados habrá. Por influencia del rayo láser tiene lugar la estimulación de la producción de colágeno y elastina en el tejido conjuntivo de la capa aponeurótica, lo que conduce a la elevación de la firmeza y elasticidad del tejido. Al actuar sobre el tejido conjuntivo subcutáneo tiene lugar un aumento de su función de anclaje, lo que se manifiesta en una disminución del grado de flacidez. Zonas donde actúa: Esta técnica de láser está indicada para el tratamiento de cambios deformantes asociados a la edad en el área del rostro y de la región submandibular del cuello, así como para deformaciones de la piel por cicatrices (post acné, cirugías y cicatrices hipertróficas, con volumen, de localización distinta, etc.) y eliminación de tatuajes. Como resultado de la aplicación de este nuevo tratamiento láser la renovación se produce simultáneamente en dos niveles: en el nivel de la piel y en el nivel del sistema muscular-aponeurótico. En el nivel de la piel se consigue la tonificación y el alisado de las arrugas, mientras que en el nivel del sistema muscular-aponeurótico, se logra la tonificación y la eliminación de la flacidez de los tejidos. La cantidad de tratamientos la determina el médico dependiendo del estado de la piel del paciente; pudiéndose realizar tanto un único tratamiento como un ciclo de tratamientos. El efecto de estos tiene un carácter acumulativo y se desarrolla en el transcurso de 3 ó 4 meses, lo que guarda relación con los plazos de maduración del colágeno en el organismo, por lo que el intervalo mínimo entre tratamientos es de 3 meses. Además, este método puede combinarse con otras técnicas de corrección estética una vez finalizado el periodo de recuperación. ¿Cómo actúa el tratamiento? Es necesario realizar un reconocimiento médico en cada una de las consultas, sobre todo en la primera, en la que se elaborará una historia clínica personal para poder adaptar el tratamiento a cada paciente. Deben conocerse los tratamientos cosméticos, fisioterapéuticos y de cirugía en cuello y cara que se hayan realizado anteriormente, así como si se emplean cosméticos para el cuidado de la piel, si se ha realizado cirugía plástica, refuerzos o peelings o introducción de toxina botulínica en la zona a tratar. En el caso de las mujeres, debe prestarse atención también a la historia ginecológica. Los mecanismos rectores de la acción sobre el tejido biológico son el fototérmico o ablación, en la superficie de la piel, y el fotomecánico, en la dermis y en los tejidos grasos subcutáneos, en los que hay un efecto fotomecánico. La profundidad de la disrupción o división celular y de la destrucción de las membranas es de hasta 6 mm, tal y como confirman los datos de las investigaciones histológicas. En respuesta al tratamiento, se fortalecen la microcoagulación, los procesos metabólicos y la trófica de la piel, se inician procesos de reparación de los tejidos y se fortalece la síntesis de las fibras de colágeno y elastina. Inmediatamente tras el tratamiento, se pueden observar como resultado las destrucciones del  núcleo microscópico, de las membranas celulares y de las fibras de colágeno. Como consecuencia de esta acción o intervención no se forma una zona amplia de células destruidas que haga falta aislar por la vía de la formación de fibrosis. Las células dañadas son reemplazadas por células funcionales jóvenes. En una semana son visibles células funcionales normales en la zona de acción. Los datos histológicos confirman que este método no produce calentamiento térmico de los tejidos profundos, lo que permite minimizar el riesgo de efectos secundarios y complicaciones en la hiperpigmentación, así como otras posibles complicaciones. Ventajas y particularidades El tratamiento puede realizarse en ciclos y la cantidad necesaria se determina individualmente dependiendo del grado de transformación de la piel. No hay limitaciones en cuanto a tomar el sol antes del procedimiento, pero es necesario advertir a los pacientes que toman el sol que la piel, al experimentar el tratamiento, será más clara después del mismo, siendo necesaria la utilización de un factor de protección solar de 20 o más. Preparación del tratamiento Se recomienda realizarse un tratamiento de biorevitalización de 3 a 7 días antes de exponerse al láser. Asimismo, durante la víspera del tratamiento no se pueden utilizar productos cosméticos en la zona que se vaya a tratar, prestando una atención especial a la utilización de crema tonal y polvos de maquillaje antes del tratamiento, dada la complejidad de su eliminación. Periodo de rehabilitación Tras el tratamiento se forma en la piel una película superficial, que empieza a desvanecerse en 3 ó 4 días. La descamación se prolonga de 3 a 5 días en dependencia del estado primitivo del grado de hiperqueratina e hidratación de la piel y del potencial regenerador. A los 5 ó 10 días la piel se recupera por completo. Exploraciones Se aconseja realizar las revisiones al séptimo día, en un mes y en un año tras el tratamiento o ciclo de tratamientos. En la exploración es imprescindible anotar los plazos de recuperación, es decir, la duración de la hiperemia, cuántos días y durante cuánto tiempo se prolongará la descamación, y el uso y tolerancia del fármaco en el periodo de rehabilitación

Nutrición deportiva

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Al exigir un esfuerzo continuo con entrenamiento y competición, necesitamos reponer los músculos y cerebro con un combustible exacto para estar en óptimas condiciones al afrontar el siguiente evento deportivo. Es muy importante suministrar al cuerpo nutrientes específicos tras los entrenamientos o competiciones, ya que implican esfuerzos continuos y duros, en los que se agotan las reservas energéticas acumuladas en hígado y músculos. La nutrición desempeña un papel fundamental en la recuperación y la preparación para reiniciar la competición correctamente repuesto y con la carga de energía suficiente para lograr una ayuda científica que nos acerque al éxito que buscamos. Descuidar la nutrición en calidad, cantidad y tiempo correcto tras ejercicio, supone un rendimiento energético bajo con los consiguientes resultados deficientes. Es necesario planificar una nutrición competitiva de recuperación durante la fase de pretemporada y/o el propio periodo de competición. Atención especial merece: Entrenamiento diario. Jugar torneos todo el día o torneos de fin de semana. Partidos con periodos de descanso entre mañana y tarde. Qué se debe comer Los hidratos de carbono son los proveedores de elección para ser utilizados como combustible, durante y después de ejercicio duro. Su aprovechamiento es mayor, unido al de las proteínas. El organismo utiliza siempre carbohidratos transformados en glucosa por el hígado. Mucho más durante el entrenamiento y la competición. Su necesidad aumenta en caso de carga emocional. Consumir en las comidas y en los tentempiés tras la competición, alimentos que contengan equilibradamente todos los macronutrientes (carbohidratos, proteínas y grasas), pero eligiendo los carbohidratos con un porcentaje alto de índice glucémico (rapidez en pasar a sangre) y grasas vegetales y marinas, éstas contenidas en pescados azules. Cuándo comer Los músculos son más receptivos a la recuperación y al almacenaje del glucógeno perdido dentro de las dos primeras horas tras ejercicio. Es importante proporcionar al organismo carbohidratos (hidratos de carbono) dentro de la primera hora tras el partido, más un contenido ligero en proteínas, lo cual es de gran ayuda para reacondicionar los músculos. Ello significa dejarlos dispuestos para poder ser utilizarlos con buen rendimiento en un plazo breve. Si no existiera apetito, probar a consumir zumos o yogures líquidos. Para saciar el hambre, utilizar menús con alto contenido en carbohidratos y proteínas de las recomendadas más abajo, además de grasas vegetales (no más de tres cucharadas de aceite de oliva). Proporciones 70-65% de Hidratos de Carbono. 15% de proteínas. 10 – 15% de grasas. Se recomienda el consumo al menos de 50-100 gramos (200-400 calorías) de carbohidratos en el plazo inferior a dos horas tras el partido. En la práctica, elegir simplemente alimentos de índice glucémico alto y en cantidades satisfactorias. Complementar con ensaladas u hortalizas. Ejemplos de raciones rápidas con un contenido de 50-100 gramos de carbohidratos: 2 tazas de leche desnatada con cereales. Zumo de naranja (un vaso de 250 cc. con un panecillo. 2 galletas con 1 taza de yogur con fruta troceada. 1 plátano y un paquete pequeño de las galletas sin azúcar. Relacionado

Cosméticos y su fecha de caducidad

COSMETICO

Es recomendable revisar de vez en cuando tu neceser y las baldas del cuarto de baño para renovar tus cosméticos. Hay productos que tenemos desde hace un montón de años, que aunque nos encanten, debemos deshacernos de ellos ya que no benefician a nuestra piel en nada. Para saber la fecha de caducidad de los cosméticos, en la parte de atrás donde vienen los ingredientes, también viene un símbolo que dice 6M o 12M. Eso significa que el cosmético durará6 meses o 12 meses una vez abierto. ¿Alguna vez te habías fijado? Si vives en una zona donde el ambiente sea cálido y húmedo, tus productos durarán menos. Sobre todo se estropean en verano y cuando son texturas en gel o crema. Las cremas faciales, bases de maquillaje o vaselinas se ven contaminadas por el uso con los dedos. Es mejor que utilices una espátula para aplicarlas o que apuestes por formatos con dosificador. Así alargarás la vida de los productos. ¿Cada cuánto deberíamos ir renovando? Cremas, correctores y bases de maquillaje: cada año. Si se aplican con “pump” pueden durar hasta dos años. Y si en el caso de los correctores se aplican con espo njita o pincel, puedes lavarlos de vez en cuando para eliminar bacterias. Si ves que los pigmentos y aceites están separados, indica que el producto está en mal estado. Los polvos, coloretes y sombras de ojos, al ser texturas secas puedes utilizarlas hasta dos años. Todos los productos para ojos como las máscaras de pestañas, delineadores y sombras de ojos en crema deben renovarse cada 6 meses para evit ar enfermedades como la conjuntivitis. Los labiales y “gloss” al estar los labios más expuestos, son propensos a la proliferación de bacterias. ¡Cambia de labial cada 6 meses y prueba colores nuevos! Y por último, no te olvides de limpiar tus brochas de maquillaje una vez a la semana ya que acumulan muchas bacterias. Con un jabón neutro o específico y déjalas secar en plano para evitar que se llenen de agua y humedad. Relacionado

Obesógenos: las sustancias que nos están haciendo engordar sin darnos cuenta

OBESOGENO

Todo el mundo sabe que cada vez estamos más gordos. Y casi todo el mundo cree que el aumento de la ingesta calórica y el sedentarismo en las sociedades desarrolladas son los principales culpables de la epidemia de obesidad. El problema es que, ni los cambios en la dieta, ni el sedentarismo, son suficientes para explicar por qué ha crecido la obesidad en todas las poblaciones. El ejemplo más claro de esto hay que buscarlo en el reino animal. La Encuesta Nacional de Obesidad de las Mascotas de EEUU ha constatado que el 50% de los gatos y perros estadounidenses sufren de sobrepeso. También los animales de laboratorio y de los zoológicos, que han tenido la misma dieta y estilo de vida durante décadas, están cada vez más gordos. En 2010, un grupo internacional de científicos publicó un estudio en la revista Proceedings of The Royal Society, en el que se analizaba la evolución de 12 poblaciones de animales que viven en ambientes de influencia humana: todas habían engordado. Los chimpancés, la especie genéticamente más cercana a los humanos, habían experimentado un aumento de peso de entre el 33,2% y el 37,2% en el periodo comprendido entre 1985 y 2005. Bien es cierto que parte de este aumento podría deberse a que también los chimpancés comen más y hacen menos ejercicio, pero los investigadores aseguran que los chimpancés estudiados, al menos durante la última época, vivían en un ambiente muy  controlado, con una dieta constante y unos hábitos de vida inalterables. ¿Por qué entonces continuaban engordando? ¿Puede ser la señal de que estamos pasando algo por alto? Las sustancias que alteran nuestras hormonas Dado que la dieta y sedentarismo no parecen explicar por sí solos el aumento de la obesidad, los científicos exploran la posibilidad de que existan otros factores que jueguen un papel complementario, y que afecten por igual a humanos y animales. En 2002, Paula Baille-Hamilton, profesora de la Universidad de Stirling (Escocia) especialista en toxicología y metabolismo humano, firmó una polémica investigación en la revista Journal of Alternative and Complementary Medicine (que, pese a su sospechoso nombre, está muy bien valorada en los rankings) en la que aseguraba que existía una relación causal entre el aumento de los agentes químicos ambientales y el aumento de la frecuencia de la obesidad en la población. Poco después se acuñó el término obesógenos para nombrar a estas sustancias químicas que polucionan el medio ambiente y que, incorporadas al organismo, pueden interferir con la regulación y conservación de la energía. Los obesógenos son en su gran mayoría xenobióticos, esto es, compuestos cuya estructura química es inexistente o poco frecuente en la naturaleza. Los obesógenos son parte de los famosos disruptores endocrinos: las sustancias químicas que interfieren con nuestro sistema hormonal, causando alteraciones a todos los niveles de nuestro metabolismo. Su estudio es muy complejo, lo que explica por qué, más de una década después de la publicación del trabajo de Baille-Hamilton, muy poca gente conoce su existencia fuera de los círculos académicos. Al fin y al cabo, los obesógenos son en su gran mayoría xenobióticos, esto es, compuestos cuya estructura química es inexistente o poco frecuente en la naturaleza ya que han sido sintetizados por el hombre en el laboratorio. La mayoría han aparecido en el medio ambiente durante los últimos 100 años, por lo que su influencia sobre este está aún lejos de conocerse por completo. Pese a esto, numerosos estudios in vitro, sobre animales de laboratorio y en humanos realizados en la pasada década evidenciaron que muchas de estas sustancias presentes en el medio ambiente o en la dieta pueden interferir con el complejo mecanismo de señalización neuroendocrina produciendo efectos adversos: entre otros, probablemente, la obesidad. Un campo de estudio complejo y con pocos apoyos El doctor Ricardo García-Mayor, especialista en endocrinología y nutrición e investigador de la Universidad de Vigo, es uno de los pocos médicos españoles que ha estudiado en profundidad el complejo mundo de los obesógenos. En su revisión de estudios Disruptores endocrinos y obesidad: obesógenos, publicada en 2011 en la revista Endocrionología y nutrición, recopiló todas las evidencias científicas que tenemos hasta la fecha sobre estas sustancias. Su conclusión es clara: existen evidencias del efecto obesógeno de estas sustancias en estudios en animales de experimentación, tanto in vitro como in vivo, pero muy pocas en humanos. Según ha explicado García-Mayor a El Confidencial, tenemos suficiente evidencia en animales para afirmar que los tóxicos ambientales pueden ser la causa del aumento de la prevalecía de obesidad en estos, pero no se ha logrado demostrar si ocurre lo mismo en humanos, porque “los diseños experimentales son más difíciles por motivos obvios”. Es cierto que el metabolismo de animales es diferente al humano, pero también es difícil creer que, entre todos los posibles obesógenos catalogados, ninguno vaya a afectarnos de una forma u otra. Baillie-Hamilton, que desde que publicó su investigación no ha dejado de estudiar la relación entre los disruptores endocrinos y obesidad, sigue convencida de que su hipótesis es cierta, y los obesógenos están jugando un papel decisivo en el aumento de la obesidad. Según explicó a The Ecologist en 2012, “los químicos a los que estamos expuestos están envenenando nuestros sistemas de control de peso, lo que daña nuestra habilidad para perderlo”. Una situación que, asegura, se está agravando debido a que nuestra comida tiene cada vez menos vitaminas y minerales (algo que explica debido a la pérdida de calidad de nuestro suelo, que cada vez tiene menos nutrientes). Cuando Baillie-Hamilton publicó su estudio se encontró con una gran reticencia de parte de la comunidad científica, que no se tomó en serio sus teorías –entre otras cosas porque cuando publicó su investigación ni siquiera estaba adscrita a una institución académica–, pero con el tiempo numerosos estudios han ido mostrando que, al menos, algo de razón llevaba. Este mismo verano dos artículos publicados en la revista Pediatrics han evidenciado que los niños expuestos a dos compuestos químicos utilizados en el envasado de alimentos, el bisfenol A y los ftalatos, son más propensos

Nutricosmético omega 3

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Los nutricosméticos están últimamente muy de moda, se trata de productos alimenticios con concentraciones de nutrientes específicos que, en pequeñas dosis, complementan la dieta y mejoran nuestro aspecto. En este espacio os voy a hablar de los más importantes y poderosos para nuestra salud y belleza. Hoy os hablaré del Omega 3, el complemento por excelencia. La baja prevalencia de enfermedades coronarias en Groenlandia, donde se consumen grandes cantidades de animales marinos ricos en omega 3, fue el origen de las posteriores investigaciones sobre este ácido graso esencial con excelentes propiedades para nuestra salud y también para nuestra piel. ¿Por qué debemos suplementarlo? Porque diariamente muy pocos adultos y casi ningún niño toman la dosis necesaria. Se encuentra principalmente en el pescado azul y deberíamos tomar al día según la OMS lo equivalente a seis boquerones, cinco sardinas o un filete de salmón. Existe un test de Omega 3 capaz de determinar nuestros niveles de omega 3 y definir de un modo muy preciso nuestras necesidades. ¿Dónde puedo encontrar los ácidos Omega 3? Principalmente en el pescado azul, pero también en algunos mariscos como mejillones, ostras o berberechos, ciertas algas, nueces, avellanas, pipas de calabaza, semillas de lino, chía, quinoa y avena. También en los aceites de krill, linaza, soja, calabaza o germen de trigo. Existen también yogures, galletas, leche y otros alimentos enriquecidos con omega 3, aunque la cantidad que contienen de Omega 3 es muy pequeña. ¿Cuáles son los principales beneficios de los Omega 3? –  Protege contra las enfermedades cardiovasculares –  Mantiene los niveles normales de colesterol y triglicéridos –  Favorece el sistema inmunológico –  Tiene unas excelentes propiedades antioxidantes y por tanto antiedad. –  Mejora enfermedades como la psoriasis, dermatitis atópica, etc y también el tono y la texturadelapiel. –  Tienepropiedadesantiinflamatorias –  Contribuye al desarrollo neuronal en el feto y lactante. Y mantienen el funcionamiento normal del cerebro en niños y adultos Existen en el mercado muchos complementos de omega 3, pero para elegir un buen producto debemos fijarnos en las concentraciones de EPA y DHA, normalmente se recomienda un equilibrio de ambos, en la dosis y debemos rechazar las presentaciones sintéticas. Relacionado

En Otoño come más pescado y evitarás las depresiones

PESCADO

Qué tienen los pescados que pueden mejorar mi estado de ánimo?, te estarás preguntando. El secreto está en los ácidos grasos omega-3. Resulta que estas grasas -que solo podemos conseguir a través de la dieta- tienen la fabulosa propiedad de atravesar la casi impenetrable barrera cerebral y mejorar la función de la dopamina y la serotonina, cuyo déficit aumenta el riesgo de depresión. El dato no es ninguna tontería, porque hay unos 350 millones de personas con depresión en el mundo… y la cifra sigue creciendo. ¿Y qué hace que haya tanta gente deprimida?, es la segunda pregunta. Cada vez más expertos echan gran parte de la culpa a un desequilibrio muy poco comentado de la dieta actual: el déficit de omega-3 y el exceso de omega-6. ¡Y es que los ácidos grasos omega-6 están hoy por todas partes! En aceites de girasol, maíz o soja y en todos los alimentos que los llevan, desde platos preparados a bollería, tartas, galletas, conservas, salsas… (¡lee las etiquetas y lo verás!). ¿Por qué es eso tan grave? Porque los omega- 6 tienen efecto pro-inflamatorio y los omega-3 tienen efecto anti-inflamatorio. Y porque nuestros genes evolucionaron con una dieta muy rica en pescado (el hombre prehistórico vivió junto al mar, ríos y lagos) y una proporción omega-6/omega-3 de 1 a 1, y la proporción ahora es de 12 a 1. ¿Consecuencia de ese desequilibrio? Que el organismo está recibiendo muchos más mensajes inflamatorios que antiinflamatorios y que eso aumenta el riesgo de las enfermedades crónicas hoy más frecuentes: enfermedad cardiovascular, artritis, eccema, lupus, cánceres, diabetes, síndrome metabólico, enfermedad de Alzheimer, depresión, esquizofrenia, trastorno bipolar… todas ellas, inflamatorias. Cuatro ‘tips’ más: Los expertos aconsejan tomar de 2 a 3 raciones de pescado a la semana. 2. El pez espada y otros pescados azules de gran tamaño acumulan altas tasas de metales pesados y solo debes tomarlos de vez en cuando y evitarlos si estás embarazada o vas a estarlo (por suerte, hoy tienes en el súper alimentos funcionales con omega-3 de pescado libres de metales pesados, aptos para niños y embarazadas). 3. El aceite de oliva es rico en grasas monoinsaturadas, otra familia de grasas saludables. 4. Los omega-3 vegetales (en frutos secos, semillas de lino y chia…) son también saludables, pero no tanto como los de pescado. Relacionado

CRIOADIPOLISIS. EL FRIO QUE ADELGAZA

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Es una técnica avanzada para la eliminación de grasa localizada que destruye el tejido adiposo sin necesidad de cirugía. La técnica de la crioadipolisis, que ofrece resultados semejantes a la liposucción, se basa en un descenso de la temperatura de la grasa localizada hasta los -8ºC durante al menos 70 minutos. De esta forma, las células de grasa localizada, denominadas adipocitos, se destruyen por la cristalización y posterior eliminación gradual de lípidos durante un periodo de entre dos y seis semanas. A diferencia de otras técnicas, la criolipolisis permite que no se vuelva a recuperar el volumen de grasa localizada en la zona tratada. Se trata, por tanto, de una técnica no invasiva, indolora y que, además, no requiere de anestesia. Se aplica por personal licenciado especializado en medicina estética. ¿De qué trata? La sesión de criolipolisis es un procedimiento indoloro. Durante la misma se nota frío en la zona tratada, así como una sensación de adormecimiento en la grasa localizada. Una vez terminada la sesión, el paciente puede volver a su actividad normal. Las células de grasa localizada liberan progresivamente sus lípidos, y en un plazo de dos a seis semanas se pueden observar resultados, dependiendo siempre del número de sesiones que apliquemos. Se recomienda tomar de una a tres sesiones para completar el 100% del tratamiento. Este tratamiento es apto, tanto para hombres como para mujeres, y las zonas sobre las que se aplican son abdomen, espalda, brazos y “cartucheras”. ¿Cómo funciona? 1. El aparato “pellizca el michelín” creando un vacío y lo “congela” hasta alcanzar -8ºC. 2. La temperatura se mantiene durante unos 70 minuntos (duración de la sesión) para destruir las células de grasa localizada. 3. Las células de grasa localizada comienzan un proceso natural de eliminación que continúa a lo largo de 2, 3 o 4 meses. 4. Una vez que se cierra este proceso, el número de adipocitos se reduce haciendo desaparecer la capa de grasa localizada que pueden cubrir nuestra cintura, “pistoleras”, brazos, etc. 5. Fase final: los resultados son permanentes, siempre y cuando el paciente realice una dieta sana y equilibrada. En otro caso, se puede repetir la sesión sin problemas. Los pacientes muestran una reducción de grasa persistente de al menos 6 meses después del procedimiento. Se ha comprobado que las células eliminadas a través del procedimiento liberan gradualmente los lípidos y son absorbidas por el metabolismo natural de cuerpo. Se espera que la eliminación de células grasas dure el mismo tiempo que aquellas tratadas con métodos invasivos como la liposucción. Efectos comunes después del tratamiento. Es posible que aparezca un enrojecimiento moderado en el área tratada. Esto puede durar unos minutos o unas horas. También puede aparecer algún hematoma localizado, que desaparece en pocas semanas. Algunos pacientes experimentan una sensación de hormigueo o adormecimiento de la zona tratada, que puede durar de 1 a 2 semanas. ¿Diferencia de la criolipolisis con otros tratamientos? Mientras que la cavitación y radiofrecuencia lo que hacen es disolver la grasa sin llegar a eliminarla al 100%, y con posibilidad de recuperarla con el tiempo, la criolipolisis destruye la célula de grasa localizada sin posibilidad de volverse a almacenar ni generar de nuevo tejido graso (adiposo). Relacionado

Rosácea

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La rosácea es una enfermedad crónica de la piel de causa desconocida que afecta a mejillas, nariz, ojos, mentón y frente. Se caracteriza por presentar uno o más de los siguientes signos o síntomas: episodios recurrentes de rubor, eritema no transitorio, pápulas, pústulas y telangiectasias en una distribución simétrica. Pueden darse otros síntomas secundarios, incluso en ausencia de los anteriores, como son: sensación de picor y quemazón, piel seca, edema, engrosamiento de la piel, de localización preferentemente nasal (rinofima). El compromiso ocular, en ojo y párpado, se puede encontrar en más de la mitad de los casos de rosácea e incluye síntomas tales como: sensación de cuerpo extraño, escozor o picor, sequedad, quemazón, sensibilidad a la luz, visión borrosa, telangiectasia e irregularidades de la conjuntiva y del borde palpebral; también puede darse chalazión recurrente y blefaroconjuntivitis crónica. Se han identificado cuatro subtipos de rosácea: eritematotelangiectásica, papulopustulosa, fimatosa y ocular11. Afecta principalmente a adultos de 30 a 60 años, aunque ocasionalmente aparece en sujetos más jóvenes; con más frecuencia en mujeres que en hombres, aunque a menudo de forma menos severa y en personas de piel y ojos claros. El diagnóstico diferencial con otros trastornos incluye: – El acné vulgar se distingue de la rosácea en que generalmente afecta a una población más joven, por la presencia de comedones y la ausencia de rubor y telangiectasias. – El uso prolongado de corticoides tópicos en la cara puede imitar muchos de los signos y síntomas de la rosácea, especialmente en sujetos predispuestos a padecerla. Los corticoides nasales también pueden producir este efecto. – -La dermatitis perioral es una erupción eritematosa persistente que se localiza alrededor de la boca y en la barbilla y que se caracteriza por la aparición de microvesículas, descamación y peeling. – La dermatitis seborreica suele ser aparente por la presencia de descamación difusa de localización diferente a la rosácea, preferentemente en cuero cabelludo, por detrás de la oreja, conducto auditivo externo, ceja y surco nasogeniano. – Lupus eritematoso. – Otras causas de rubor con o sin las características cutáneas de la rosácea, como son los sofocos de la menopausia, síndrome carcinoide, feocromocitoma, policitemia vera, conectivopatías, dermatomiositis, regurgitación mitral y mastocitosis. Tratamiento de la rosácea Habitualmente el curso de la enfermedad es crónico, con episodios de reagudización, por lo que el tratamiento se dirige al control de los síntomas. Las medidas generales se deben aplicar en todos los pacientes. En los casos leves y moderados se recomienda el tratamiento tópico; en los casos graves, se puede requerir tratamiento sistémico. La duración del tratamiento inicial con antibióticos tópicos u orales es de, al menos, 12 semanas. La respuesta es gradual y pueden necesitarse de 4 a 6 semanas para observar una mejora de los síntomas (en algunos pacientes esta respuesta puede estar retrasada). Es normal la recaída unas semanas tras la interrupción del tratamiento, requiriéndose a menudo ciclos adicionales. Si las recaídas son frecuentes, puede ser necesario un tratamiento de mantenimiento, generalmente tópico: se desconoce la duración adecuada del mismo, aunque habitualmente se aconsejan 6 meses, seguidos de un tiempo de descanso Medidas generales Recomendar a todos los pacientes con rosácea la aplicación diaria en la cara de cremas solares con factor de protección de 15 o más («alta» protección UVA y UVB). – Evitar el uso de corticoides tópicos en la cara. – Evitar los factores desencadenantes que causan rubor, como son las temperaturas extremas, las bebidas alcohó licas, el ejercicio intenso, el estrés, la exposición al sol, comidas picantes, bebidas calientes y fármacos vasodilatadores como antagonistas del calcio. – Evitar factores que pueden empeorar el eritema y telangiectasia como pueden ser los productos cosméticos limpiadores que contienen alcohol, preparados abrasivos o exfoliantes, maquillajes grasos o resistentes al agua, así como protectores solares, repelentes de insectos o cosméticos que contienen perfume. – Los correctores cosméticos pueden ayudar a ocultar el enrojecimiento. Tratamiento tópico Aunque se han utilizado numerosos tratamientos, son pocos los productos que cuentan con estudios de calidad adecuada. La mayoría de los estudios se han realizado en pacientes con rosácea papulopustulosa. Metronidazol y ácido azelaico tópicos han mostrado ser efectivos y no hay pruebas suficientes sobre la efectividad de otros tratamientos tópicos (peróxido de benzoílo, antibióticos como eritromicina, clindamicina y tetraciclinas, sulfacetamida de sodio 10% y azufre 5%, permetrina, retinoides). • Metronidazol 0,75% Es el tratamiento tópico recomendado de inicio para el alivio de las lesiones inflamatorias en pacientes con número limitado de pápulas o pústulas y eritema persistente moderado. Se utiliza a la concentración de 0,75% aplicado dos veces al día; hay limitada evidencia de que una única aplicación diaria pueda ser igual de eficaz. La mayoría de las reacciones adversas descritas con metronidazol tópico son leves e incluyen: prurito, irritación de la piel, piel seca y lagrimeo ocular. Utilizar en embarazo sólo si es estrictamente necesario ya que su seguridad no está suficientemente documentada. • Ácido azelaico 15% Presenta una eficacia similar a metronidazol tópico. Se considera una alternativa para los pacientes que no toleran o no responden al tratamiento con metronidazol tópico. Tratamiento sistémico El tratamiento sistémico con antibióticos está indicado en los casos de rosácea moderados o graves, en las formas leves que no respondan al tratamiento tópico y en la rosácea ocular. Hay algunas pruebas de que metronidazol y las tetraciclinas vía oral son efectivos. Se recomiendan como primera opción las tetraciclinas (doxiciclina presenta ventajas en cuanto a absorción y posología). Eritromicina es una alternativa en el embarazo y la lactancia. No se recomienda metronidazol oral debido a que su utilización a largo plazo puede causar neuropatía periférica y requiere control (recuento leucocitario) en tratamientos de duración superior a 10 días. Relacionado